El libro aparece pulcramente ordenado en una de las estanterías acrisoladas de la casa. Es una mañana luminosa en la que el otoño se ha retraído y el sol quiere recordarnos que existe, que todavía no se batido en retirada. El campo se ha abierto en amapolas y margaritas silvestres y las plantas del jardín mantienen su tersura, quizá porque hace pocos días una tromba de agua las ha santificado. Está el libro junto a otros que hace tiempo no leo y se me viene a los ojos y a las manos. Así, como si fuera una señal, un aviso, como si ese fuera el libro que hoy debo hojear y aún recordar. La contraportada es blanca y en ella sobresalen, con tamaño de miope, las letras negras que explican el argumento. Debajo, a la derecha, sobre el código de barras, aparece una etiqueta naranja fosforescente que está escrita a mano. El precio de venta (16,90 euros) y la fecha en la que se etiquetó, el 17 de febrero de 2004, justamente un día antes de que mi vida cambiara para siempre. Aunque yo no
¡Cumplimos 15 años! 2009-2024