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Mostrando las entradas etiquetadas como Nicolas Barreau

"El café de los pequeños milagros" de Nicolas Barreau

A Nicolas Barreau se le conoce como el autor de un best-sellar romántico, "La sonrisa de las mujeres". En sus novelas aparece la ciudad de París como el paisaje fundamental y también como el motivo, el aliciente, el telón de fondo. Son comedias amables, teñidas de sentimentalismo, entretenidas, sencillas, gozosas. Es una excepción en el universo de escritoras que se dedican a este género. Si un día te encuentras baja de tono o piensas que un libro tiene el cometido de hacerte soñar lo imposible entonces puedes leer a Barreau sabiendo, de antemano, que nada de lo que sueñes se va a convertir en realidad.  La protagonista, Nelly, una tranquila chica de 25 años (muy mayor para las heroínas tradicionales de Jane Austen y muy joven para las de las novelas de hoy) odia los aviones y comete la locura de comprarse un carísimo bolso rojo. Si alguien se lanza a un viaje armada con un bolso rojo que acaba de comprar y que se ha llevado la mayoría de sus ahorros esto significa que

"París es siempre una buena idea" de Nicolas Barreau

Leer a Nicolas Barreau es siempre una buena idea. Al menos si quieres tener en las manos algo refrescante, que te aporte ilusión y te entretenga en las tardes largas del invierno o en las soleadas del verano. El autor de "La sonrisa de las mujeres", transmite buen rollo y usa un lenguaje muy correcto, a veces divertido, otras sentimental y siempre adecuado.  Se trata de historias de la vida corriente, pero que no es fácil que ocurran, porque guardan dentro de sí un gran halo de magia, una arquitectura de la emoción que nos gustaría a todos alcanzar, a pesar de que sabemos que eso no es posible. Es usual pensar que los libros complicados son más valiosos que estos, llenos de simplicidad aparente, pero no siempre es verdad. O no es verdad, sencillamente.  La protagonista se llama Rosalie. En el centro de París, esa ciudad hecha para el amor, tiene una librería pequeña. Además de eso, se dedica a diseñar tarjetas de felicitación, a las que pone un estilo muy persona

Nicolás Barreau: un rato de felicidad

He leído dos libros escritos por Nicolás Barreau: La sonrisa de las mujeres y Te encontraré en el fin del mundo. Son libros cortos, sencillos, directos. También amables, optimistas, alegres. Hablan de personas, de emociones y sentimientos, de restaurantes y cafés, comidas, colores, arte, vestidos. Están sabiamente traducidos, conservando expresiones en francés que le dan un toque trés chic. Me gustan. Llevan en la portada una especie de pegatina roja con la leyenda: Este libro te hará feliz o algo similar. Es de agradecer que el autor, un chico joven y guapo como se ve en la contraportada, se ocupe de escribir cosas tan agradables que da gusto sumergirse y que nos hacen olvidar la tristeza. He leído que una condición de la felicidad, tan efímera, es entregarse a algo que nos haga olvidarnos del mundo. Si esto es verdad, entonces los libros de Nicolás Barreau son un verdadero pasaporte a la felicidad. Lo de menos son, en este caso, las historias que cuenta. Lo mejor son sus personajes,

Paraísos de papel

Hoy he recorrido dos librerías. Una de ellas, pequeña y de pueblo. La otra, una grande y en el barrio más comercial de la ciudad. Que fue mi barrio durante un tiempo y la calle que paseaba arriba y abajo con mis amigas de entonces. Recorrer una librería tiene el encanto de lo imprevisto. No sabes qué vas a encontrar y qué te va a llamar la atención. En la librería grande había un expositor para llevárselo entero. Títulos y títulos desconocidos, algunos de editoriales fuertes, otros de editoriales casi desconocidas. Libros de serie A y de serie B, pero todos ellos apetecibles, con portadas maravillosas y títulos atrayentes. Un expositor lleno de libros que no has leído es el espectáculo más extraordinario. Cuando no tenía dinero para comprar libros ya recorría las librerías de mi pueblo-ciudad: La librería Bozano, la librería Piorno...o aquellas otras de Cádiz, que estaban cerca de la Escuela de Magisterio o del Colegio Universitario y que tenían novedades que solamente podíamos